28 jun 2012

El Reich oculto / Pablo Jiménez Cores

“Aquél que no ha visto en el nacionalsocialismo más que un movimiento político, no ha visto nada”.  
HITLER.


¿DE DÓNDE PROVENÍAN LAS CONCEPCIONES NAZIS? ¿Iban más allá de los panfletos Ostara y de las directrices político– raciales de Ritter Von Schönerer y Karl Lueger? ¿Había algo oculto en sus raíces?                  

El resurgir de lo oculto
A PARTIR DEL SIGLO XVIII FLORECIERON EN ALEMANIA numerosos grupos espirituales de carácter pagano, marcados todos ellos por reivindicaciones políticas de cualquier tipo. Buscaban, más que nada, el resurgir de la patria germana y la independencia nacional, alejándola de las “excesivas” influencias extranjeras. Los símbolos, vinculados a las diversas deidades y ritos precristianos, eran la seña de identidad que definía los orígenes y fines de cada grupo. Conviene resaltar aquí que dos siglos antes de que los nazis popularizaran lo que habría de ser su enseña personal, la svástica, ésta ya formaba parte de la cultura germana, aunque su uso estaba limitado por lo general a estas organizaciones secretas. Los Incondicionales, la Deutscher Bund, la Tugembud y muchas otras sociedades ocultistas pasaron a formar parte de la subcultura germana. Gran parte de ellas encarnaban un odio profundo hacia Rusia, el mismo que pasaría a ser una de las piedras angulares del nacionalsocialismo. No obstante, si hubiera que buscar una doctrina que, por su lejanía temporal y social, fuese la primera en influir sobre el pensamiento hitleriano, tendríamos que referirnos al catarismo.

20 jun 2012

La Crítica de la razón cínica / Peter Sloterdijk

¿Nihilismo en ascenso? ¿Metamorfosis de la razón? ¿Dominio de la razón instrumental? ¿Cinismo difuso de nuestras sociedades exhaustas? ¿Ese “nuevo cinismo” que se despliega como una negatividad madura que apenas proporciona un poco de ironía y compasión, pero que finalmente desemboca en la desesperanza? ¿“falsa conciencia ilustrada” de quienes se dan cuenta de que todo se ha desenmascarado y pese a ello no hacen nada, la de quienes se dan cuenta de que la escuela de la sospecha tampoco ha servido de mucho?
Segunda parte
Cinismo en el proceso cósmico
I
Parte fisonómica
2. Boca torcida sonriendo maliciosamente
El saber del cínico señorial se basa en una superioridad torcida. El poderoso tiene como objetivo su provecho, incluso cuando sabe que con ello llega a posiciones moralmente dudosas. De esta superioridad torcida surge fácilmente una sonrisa torcida, un gesto astutamente malvado. Esta sonrisa defiende un statu quo defectuoso, una injusticia. ¿Los derechos de los demás?: ¿adonde iríamos a parar?; ¿hambre?; ¿qué es eso? La comisura de los labios, a menudo la izquierda, se eleva un poco. En la boca de los señores aparece visiblemente la dirección de su conciencia; la otra parte sabe en efecto que en el fondo no hay nada de qué reírse. Una mitad de la boca se contrae sabiamente de tal manera que la otra involuntariamente cae hacia abajo con un rictus de desprecio. El realismo mundano del cínico señorial surge del deseo de proteger la cara mientras uno se mancha las manos. A menudo de esta manera se actúa con formas educadas. La sonrisa cínica aparece embutida con auténtico estilo en una cortesía desvergonzada que se atiene a sí misma y que pone de manifiesto que pretende mantener a distancia a los otros tan seguramente como se controla a sí misma.
Esta es la sonrisa en el nivel del poder y de su melancolía tal y como aparece en altos funcionarios, políticos y redactores. Pero a quien mejor se puede imaginar uno con esta sonrisa es a los cortesanos del rococó, por ejemplo al infeliz y suntuoso ayuda de cámara de Luis XV, LeBel, en la película Fanfan, el húsar, cuya sonrisa es tan retorcida como la coma entre el sí y el pero.



9 jun 2012

LAS LEYES FUNDAMENTALES DE LA ESTUPIDEZ HUMANA

PRIMERA LEY FUNDAMENTAL
La primera Ley Fundamental de la estupidez humana afirma sin ambigüedad que:
Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo

A primera vista la afirmación puede parecer trivial, o más bien obvia, o poco generosa, o quizá las tres cosas a la vez. Sin embargo, un examen más atento revela de lleno la auténtica veracidad de esta afirmación. Considérese lo que sigue. Por muy alta que sea la estimación cuantitativa que uno haga de la estupidez humana, siempre quedan estúpidos, de un modo repetido y recurrente, debido a que: 

a) personas que uno ha considerado racionales e inteligentes en el pasado se revelan después, de repente, inequívoca e irremediablemente estúpidas; 

b) día a día, con una monotonía incesante, vemos cómo entorpecen y obstaculizan nuestra actividad individuos obstinadamente estúpidos, que aparecen de improviso e inesperadamente en los lugares y en los momentos menos oportunos. 

La Primera Ley Fundamental impide la atribución de un valor numérico a la fracción de personas estúpidas respecto del total de la población: cualquier estimación numérica resultaría ser una subestimación. Por ello en las páginas que siguen se designará la cuota de personas estúpidas en el seno de una población con el símbolo €.

1 jun 2012

El Anticristo / Federico Nietzsche

PROLOGO
INVERSION DE TODOS LOS VALORES

Este libro está hecho para muy pocos lectores. Puede que no viva aún ninguno de ellos. Esos podrían ser los que comprendan mi Zaratustra: ¿acaso tengo yo derecho a confundirme con aquellos a quienes hoy se presta atención? Lo que a mi me pertenece es el pasado mañana. Algunos hombres nacen póstumos.

Las condiciones requeridas para comprender y para comprenderme luego con necesidad, las conozco demasiado bien. Hay que ser probo hasta la dureza en las cosas del espíritu para poder soportar sólo mi seriedad y mi pasión. Hay que estar acostumbrado a vivir en las montañas y ver a nuestros pies la miserable locuacidad política y el egoísmo de los pueblos que la época desarrolla. Hay que hacerse indiferente; no debe preguntarse si la verdad favorece o perjudica al hombre. Hay que tener una fuerza de predilección para las cuestiones que ahora espantan a todos; poseer el valor de las cosas prohibidas: es preciso estar predestinado al laberinto. De esas soledades hay que hacer una experiencia. Tener nuevos oídos para una nueva música; nuevos ojos paca las cosas más lejanas: nueva conciencia para verdades hasta ahora mudas, y la voluntad de la economía en grande estilo; conservar las propias fuerzas y el propio entusiasmo; hay que respetarse a sí mismo, amarse a sí mismo: absoluta libertad para consigo mismo...

Ahora bien; sólo los forjados así son mis lectores; mis lectores predestinados; ¿qué me importan los demás? Los demás son simplemente la humanidad. Se debe ser superior a la humanidad por la fuerza, por el temple, por el desprecio...



 

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